Autor: Dr. Luis Sevinsky, Dermatólogo
Esta enfermedad autoinmune provoca la pérdida de melanocitos, las células que dan color a la piel. Como resultado, aparecen manchas blancas, generalmente simétricas y alrededor de la boca, párpados y genitales. Tratamientos disponibles: corticosteroides tópicos, inmunomoduladores como tacrolimus, fototerapia con luz UVB de banda angosta, e incluso trasplante de melanocitos o injerto de piel.
También llamadas manchas seniles, son manchas marrones de distintos tamaños que aparecen en zonas expuestas al sol debido al daño acumulado por la radiación ultravioleta. Para tratarlas, se utilizan técnicas como criocirugía, láser o luz pulsada, y fundamentalmente, fotoprotección con protector solar FPS 50 o más.
Es el enrojecimiento de la piel causado por el aumento del flujo sanguíneo, generalmente debido a inflamación, infecciones o traumatismos. El tratamiento incluye corticosteroides tópicos, antibióticos para infecciones bacterianas, y evitar el contacto con irritantes o alérgenos.
Las cicatrices son marcas que quedan luego de que una herida se cura, por la formación de nuevo colágeno. Se pueden mejorar con siliconas tópicas, inyecciones de corticoides, terapia láser o cirugía plástica.
Son grietas profundas en la piel, a menudo causadas por sequedad, clima frío o dermatitis inflamatoria. Para su cuidado, se recomiendan humectantes intensivos, antibióticos tópicos si hay infección, y vendajes protectores como parches o curitas.
Estas son áreas de piel seca y descamativa, comunes en enfermedades como el eccema o la psoriasis. El tratamiento más efectivo suele incluir corticosteroides tópicos, queratolíticos como ácido salicílico, y humectantes.
Una enfermedad inflamatoria crónica que provoca piel seca, descamativa y con mucho prurito. Se maneja con corticosteroides tópicos, inmunomoduladores, humectantes y evitando irritantes y alérgenos.
Aparece entre los dedos con ampollas y mucho picor. Es importante descartar hongos en otras zonas, especialmente en los pies, y suele afectar más a personas con alergias cutáneas. El tratamiento incluye corticosteroides tópicos y antihistamínicos orales.
Son pequeñas ampollas con pus, causadas frecuentemente por infecciones bacterianas o micoticas. Se tratan con antibióticos tópicos o antimicóticos. Se tratan con antibióticos tópicos, retinoides y peróxido de benzoilo.
Es una coloración azulada de la piel y mucosas, que indica mala circulación o poca oxigenación. Es importante diagnosticar la causa, como problemas respiratorios o cardiovasculares, y en algunos casos, usar oxigenoterapia.
Pequeños bultos que sobresalen en la piel, comunes en eccema, liquen o picaduras de insectos. Se manejan con corticosteroides tópicos, antibióticos si hay infección, y evitando irritantes.
Son heridas abiertas en la piel o mucosas, causadas por lesiones, infecciones o mala circulación. El tratamiento incluye antibióticos tópicos, limpieza (debridamiento), apósitos especiales y estudiar las causas subyacentes como diabetes o problemas circulatorios.
Un crecimiento anormal de tejido que puede ser benigno o maligno. El tratamiento dependerá de la naturaleza del tumor, pudiendo incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o inmunoterapia.
Lesiones precancerosas que aparecen tras años de daño solar, con piel engrosada en las áreas afectadas. Se tratan con criocirugía, 5-fluoruracilo o inmunomoduladores como imiquimod.
Se refiere a tejido muerto por lesión, infección o mala circulación. Se maneja con debridamiento para retirar el tejido muerto, apósitos y antibióticos.
Manchas rojo-violáceas causadas por la salida de sangre fuera de los vasos sanguíneos, por fragilidad capilar, daño solar o traumatismos. Los tratamientos incluyen cremas con heparinoides y comprimidos de árnica.